Ausencia

Pasan las horas
y mi garganta no suelta palabra.
Me invento amigos
con los que poder hablar.
Pero me dejan sola
y montan un grupo
en el que no me dejan entrar.
Pasan los días
y brota moho alrededor de mi boca.
La ausencia comunicativa
genera vida.
Nacen flores,
animales
y estrellas.
Pasan los meses,
los años…
y me encuentro en una habitación,
sola
y a la vez acompañada.
Pasa el tiempo
y las palabras
ya no son lo que era
y la comunicación,
cosa pasada.
 
Ilustración de Eva Vázquez

Comentarios

  1. Somos seres sociables por antonomasia, de ahí que a los presos se les castigue con la incomunicación.

    Buen post. Un abrazo

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  2. Gracias Albada.
    Gracias por dedicarle tiempo a la lectura de mis poemas y por compartir tus impresiones conmigo.
    Un abrazo!

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