El placer prohibido

Y sucumben a su belleza 
a su embrujo perturbador 
donde nadan en ríos de lava 
mientras sus cuerpos se derriten 
y se adhieren a la pacha mamá 
donde buscan satisfacer sus deseos 
pero dando palos de ciego 
se estancan en el lodazal 
donde la vergüenza los atrapa 
y no les deja brillar. 
Los tapujos ocultan 
los verdaderos apetitos 
que intentan resurgir 
pero las normas sabiondas
vuelven a ocultar 
el sexo 
los cuerpos 
la satisfacción más básica 
en pro de una civilización puritana 
viejuna 
y anquilosada. 

 Ilustración de Clhoé Nicolay

Comentarios

  1. Por la sinceridad, por la libertad de ser, que los mojigatos por fuera, tal vez en la intimidad son bien cafres.

    Un abrazo

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