Perturbaciones aleatorias de mi memoria (poemas para caer en la tumba)

En tus plumas escondes los secretos,

del arte del volar.

Solo tú conoces esa libertad.

Tus alas creadas para viajar,

oh mirlo hermoso déjame soñar,

 ¿puedo seguir tus pasos,

solo una vez más?.

El cielo es nuestro,

y de nadie más.

Devoran su carne,

ya marchita.

Relamen sus huesos,

de ceniza.

  

Corre, corre,

brinca, brinca,

el pequeño conejo se esconde en la madriguera.

Salta, salta,

danza, danza,

y yo le pego un tiro en el centro de la testa.

Las ventanas grises se tiñen de azul,

hechos de manos están mis sueños.

Masturbas mis razonamientos,

y yo no paro de gemir.

Naturaleza muerta.

Por donde pasan las horas, todo se marchita,

envejece, hasta quedar sin vida.

Los grillos cantan al caer la noche,

y las sirenas gritan varadas por la realidad.

Eres una llama ardiente de esperanza.

Grito vil sin dignidad.

¿Esperanza? de venganza.

Alegría de amar.

Cada nota es un recuerdo,

cada reflejo, una tortura.

  

Mis ojos ya no ven,

mis manos no sienten,

mi gusto, atrofiado,

mi olfato, olvidado,

pero mi corazón late,

vivo, lleno, apoteósico, 

con cada uno de sus susurros,

bajo mi piel.