Tiempo de revolución

Ya no queda amor

Solo bombas y cadáveres por las calles

Ya no quedan caricias

Solo la sangre que tiñe nuestros rostros

Ya no quedan risas cómplices

Ni tardes a la fresca

Solo armas agujereando nuestros sueños

Ya no quedan bailes

Ni canciones tristes

Solo corrupción y pobreza

Ya no queda sororidad

Ni hermandad alguna

Solo guerras

Batallas

Conflictos innecesarios

Para ver quién la tiene más grande

Quién el misil más potente

Quién la riqueza más abundante

Solo queda esperanza

Y ansias de revolución

Ya no queda tiempo

Pero nadie conseguirá apaciguar nuestra rebeldía

Ni la ilusión que brota de nuestras entrañas.