Falso cuidado

A veces me olvido de mí
y me encuentro en sueños
cargando una mochila enorme
llena de precupaciones.
Otras veces no me reconozco en el espejo
veo un rostro cansado
por el trabajo
una espalda dolida
por el estudio
un cuerpo débil
por las obligaciones diarias.
Pocas veces me dedico tiempo a mí
a mi propio cuidado.
A relajarme leyendo un libro
a navegar en mis pensamientos
a envolverme en cremas…
Parece que nunca tenemos tiempo
y cuando lo tenemos
todo son quehaceres precisos,
rápidos e inminentes.
A veces quiero soltar esa mochila que pesa
y escapar
aunque sean unos días
donde poder encontrarme de nuevo
y mirarme a los ojos
besar mi frente
y abrazarme
para ser consciente de que aún sigo aquí.


Comentarios

  1. Hay que tomar vacaciones de las preocupaciones, sobre todo de las mochilas que uno mismo se crea, sin necesidad

    Un abrazo

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