Burrocracia
Seguimos la zanahoria
con la cabeza baja,
dándonos trompicones
con la realidad.
El paro,
el desempleo,
el pan de cada día.
Y como las medicinas –
que tomamos por estrés,
los informes nos los
comemos de tres en tres.
El amarillo para la
subvención,
el azul para la
prestación,
y el rojo, mejor no
hablemos de él.
Somos las marionetas
del Estado,
los burros a los que el
gobierno
juega a ponerles la
cola.
Y así,
entre papeles,
informes,
copias…
se diseñan nuestras
vidas.
Nuestro jodido presente
nuestro más jodido
futuro.
Se tiene previsto
nuestro nacimiento,
cuando comenzamos a
caminar,
nuestra primera paja,
nuestros estudios,
nuestra carrera
laboral,
nuestros deseos y
nuestra muerte.
Todo está registrado,
apostillado
y con doble sello.
Y aunque no queramos
seguir sus normas
y directrices,
ellos se encargan
de hacernos caer en la
trampa,
donde el sistema es
Dios
y nosotros nada.
Ilustración de Forges
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