Amiga
Loba,
que lame mis heridas,
que cuida a su manada.
Corre
veloz,
aullando a la luna
sagrada
manchada de sangre
iluminando la tierra que
nos acoge
y nos expulsa.
Guiándonos con su
sabiduría,
mostrándonos caminos que
jamás habíamos visto.
Las opciones del bosque
son infinitas
pero siempre caemos en la
misma trampa
cuando ella no está a
nuestro lado.
Pero nos protege,
nos enseña,
nos alimenta con su
sonrisa,
insufla el valor en
nuestras entrañas,
el coraje en nuestro
corazón.
Ella es nuestra amiga,
nuestra aliada.
Su audacia nos empuja
a levantar la voz,
a gritar lo que no
queremos en nuestra vida,
a señalar lo errado
a buscar un nuevo camino
un propósito para no
perdernos
en un mundo caótico y
roto.
La sororidad rige nuestro
espíritu
y nos eleva alto
tanto, que a veces
sentimos que nos evaporamos.
Maestra,
hermana,
madre,
amante...
volvamos a vernos
aunque sea en nuestros
sueños.
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